Cuando era pequeña, mi mamá hablaba conmigo acerca de los cambios que mi cuerpo iba experimentando. Cuando me asomaba a la adolescencia, no dudó en explicarme detalladamente la menstruación y todos sus cambios. No se cansaba de darme recomendaciones. Yo me sentía segura y fui testigo de cómo otras niñas sufrían experiencias traumáticas en su primer período. La diferencia en una nueva e inesperada experiencia es la información y el acompañamiento. ¡Gracias hasta el cielo, mamá!
De la misma forma, los primeros auxilios emocionales nos ayudan a ir por la vida seguros y conscientes. Con mucha frecuencia la vida nos sorprende gratamente, algunas veces la experiencia no es grata, incluso quisiéramos que no hubiera ocurrido. No podemos controlar la vida, pero si podemos estar conscientes del cambio constante y sorpresivo. Y adaptarnos y afrontar las situaciones lo más rápidamente posible.
Durante la pandemia, estuve acompañada de miles de personas hispanas de mi país México, de Estados Unidos, el Caribe, Centro y Sudamérica. Compartí con ellos, pausas conscientes, información, prácticas y experiencia de primeros auxilios emocionales. Los llamados Brigadistas PAE+. Confirmo lo que he aprendido de mis maestros: nuestras experiencias son parecidas y únicas a la vez. Podemos vivir un mismo evento de millones de formas diferentes, tantas como personas hay en el mundo. Así sucedió con la pandemia.
Los brigadistas PAE+ tienen como objetivo:
- El cultivo y preservación de la salud mental y,
- La prevención de la violencia y el suicidio.
Para encaminarse y encaminar a quienes están a su alrededor al anhelado Bienestar Mental del que habla la Organización Mundial de la Salud (OMS, WHO por sus siglas en inglés).
Los brigadistas PAE+ no buscamos la perfección, buscamos la autoconciencia. Y además, desarrollan habilidades para acompañarse y acompañar que los lleva a aumentar su inteligencia vital.
¿Inteligencia Vital? ¡¡¿¿Qué es essssoooo??!!
Bueno de eso hablaremos en las siguientes entregas.
¿Te gustaría ser Brigadista PAE+? ¡Únete a nosotros!
Abrazo con cariño,
AnaG